La mañana del 23 era la perfecta, él hombre había salido con su dulce encanto… En medio de aquella mañana, su palpitar y su respiración estaban a mil; Era de esperar ante la presencia de tan hermosa Mujer.
El fuego de la miradas los habían encerrado, los labios querían ser los cómplices, el pasar de los carros y los transeúntes los espías del momento.
Los cuerpos se quedaron quietos cuando el reloj marcaba las 12:48pm. El silencio hablo y todo se expreso en el beso meridiano.
El camino de retorno a casa, se mezclo con las canciones que salían del fondo del hombre y el pitar de los carros.
Los días pasaron y en medio de la noche citadina, el beso más encantador llego.
Ahora solo esta el deseo de aquel hombre de despertar y encontrarse a esa linda mujer que lleno y trasformo su vida.
Por las calles camina el hombre, extrañando el beso meridiano y nocturno.
Fin.
G.A.F 19/09/09
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